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Bravo destaca que julio y agosto acaban con menos hectáreas destruidas que 2019 pese a las olas de calor

  • De enero a agosto de este año se declararon 258 incendios que afectaron a 857 hectáreas de terreno forestal frente a las 970 del último verano previo a la pandemia
  • La consellera agradece en Les Corts la "entrega, generosidad y profundo sentido del deber y el servicio público" de las plantillas de los servicios de Emergencias

La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha destacado que julio y agosto de 2021, según las cifras provisionales, se cierra con menos hectáreas destruidas que las registradas en 2019, pese a las olas de calor sufridas durante los últimos meses y los fenómenos extremos como los "reventones térmicos" que se registraron el pasado 15 de agosto.

En concreto, de enero a agosto de este año, se han registrado un total de 258 incendios que afectaron a 857 hectáreas, es decir, 113 menos que en el mismo periodo de 2019, el último anterior a la pandemia. "Estos números -ha dicho la consellera? no hacen sino consolidar el prestigio de nuestros servicios de Emergencias" que son "una referencia indiscutible en toda España".

La consellera se ha expresado así este viernes en la comparecencia que ha llevado a cabo, a petición propia, ante la Diputación Permanente de Les Corts para dar cuenta de las actuaciones de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE) en relación con los incendios forestales ocurridos este verano.

Gabriela Bravo ha explicado que este verano iba a ser "de riesgo" y "especialmente propicio" para la propagación de incendios debido a una primavera "con precipitaciones un 30% superiores a lo habitual" que habían producido un crecimiento notable de la vegetación. El aumento de la masa vegetal de pequeño tamaño es peligroso "cuando se produce en zonas de mucho tránsito cunetas, lindes de cultivos y descampados". Además, la previsión de afluencia de público a los espacios naturales "era mayor debido a los cambios provocados por la COVID-19 en la oferta turística tradicional".

Pese a un contexto "tan adverso" la AVSRE "estaba preparada" gracias a que "revalidamos el esfuerzo organizativo del año pasado" y, además, "aumentamos el presupuesto destinado a la lucha contra el fuego en un 10% hasta llegar a los 89 millones de euros.
En este sentido, la consellera ha recordado a los diputados y diputadas que la AVSRE ha dispuesto, cada día, de un operativo de 432 personas integradas en 56 unidades de bomberos y bomberas de la Generalitat, junto a las dotaciones de 45 autobombas, 9 helicópteros y otros 9 aviones.

Además, la AVSRE "tiene la responsabilidad de coordinar a más de un millar de efectivos si fuera necesario" a los que hay que sumar los medios de prevención de la Conselleria de Medio Ambiente y los efectivos de los tres consorcios provinciales, las brigadas de las diputaciones, la UME, Guardia Civil, la Unidad Adscrita y las policías locales. También se aumentó el número el personal del Teléfono de Emergencias 1·1·2 en un 17%

Gabriela Bravo ha detallado que, durante el mes de julio, se produjeron 42 incendios que afectaron a 80 hectáreas, es decir, un 55% menos que en el mismo periodo de 2019 dado que ese año es más comparable que el 2020 puesto que no existían restricciones a la movilidad.

Sin embargo, "el mes de agosto fue más complicado a causa de los incendios de Rafelguaraf y Azuébar" en los que las condiciones meteorológicas que los provocaron "también dificultaron su extinción", según la consellera.

El fuego de Rafelguaraf fue provocado por la caída de un rayo el 7 de agosto del que se tuvo conocimiento a las 16:16 horas y el operativo estaba en marcha 13 minutos después. Aunque las llamas provocaron el desalojo de algunas viviendas de la zona norte de Barxeta y la urbanización La Solana, el incendio fue declarado extinguido 24 horas y 16 minutos después tras afectar 177 hectáreas, mayormente de matorral.

El otro gran incendio del verano, el de la localidad castellonense de Azuébar, también fue provocado por un rayo cuyo aviso entró en la Sala del 112 a las 19.21 horas del 14 de agosto. Aquel día, según la consellera ya "estaba siendo intenso" porque diez medios aéreos, una unitat helitransportada, 5 unidades de bomberos y 3 autobombas ya trabajaban en otro incendio declarado en Bicorp (Valencia) a las 17:30 horas y que fue estabilizado 204 minutos después.

Con anterioridad, se había declarado un conato menor en Dénia al que se enviaron tres unidades terrestres de bomberos y un helicóptero. Al mismo tiempo hubo que atender la situación en Sueras (Castellón) donde a las a las 18.30 horas se declaró otro incendio de especial peligrosidad por las características del terreno y por la proximidad al parque natural de la Sierra de Espadán. Se movilizaron seis medios aéreos y siete unidades terrestres. En todo caso, el incendio en Sueras se dio por estabilizado a las 21.50 horas.

"En este contexto, ya complicado, -ha insistido la consellera- había caído el rayo en Azuébar, en una zona muy agreste. Inmediatamente, tres de los medios aéreos que ya estaban trabajando en Sueras se desplazaron allí mientras hubo luz para operar en la zona. A ellos se sumaron otras tres unidades terrestres. La situación evolucionaba favorablemente hasta las 22.35 horas cuando se produjo en la zona un fenómeno singular conocido como "reventón térmico", que provocó un incremento de la temperatura de diez grados y una caída drástica de la humedad relativa del 17%. A medianoche, la temperatura subió hasta los 40 grados y el viento de poniente actuó como acelerador.

Por ello, a las 00.44 horas del día 15, el Centro de Coordinación de Emergencias "declaró la Situación 2, que implica el riesgo para personas y bienes de naturaleza no forestal", ha explicado Gabriela Bravo. De esta forma se solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias, que se incorporó a la lucha contra el incendio a lo largo de la noche con 53 militares y 19 vehículos. También se pidió al Ministerio para la Transición Ecológica medios aéreos que se incorporaron en cuanto amaneció.

Para la consellera de Interior, "gracias al esfuerzo inconmensurable y la acertada coordinación de los efectivos desplegados se logró aprovechar la leve mejoría de las condiciones meteorológicas de forma que, a las 4:00 de la madrugada del 16 de agosto se dio por estabilizado el incendio y por controlado sobre las dos de la tarde, es decir, 55 horas después del aviso al 112". La superficie forestal afectada, finalmente, fue de 420 hectáreas. De ellas, 222 corresponden al Parque Natural de la Sierra de Espadán y otras 74 de superficie no forestal, mayoritariamente agrícola.

"No es posible prever al 100% los riesgos naturales como los rayos que causan incendios forestales o las tormentas que provocan inundaciones -ha explicado la consellera-, pero sí es posible mejorar en un 100% la respuesta que se da a esos riesgos cuando derivan en peligros tal y como ha hecho el Consell. Y lo ha hecho de la única forma posible: apostando por unos servicios públicos de calidad, bien gestionados y cuyo personal cuente con los mejores medios materiales y la formación adecuada para que pueda cumplir con su esencial labor de proteger vidas y bienes".